Ángel y Victoriana

1946

Este proyecto consistió en la digitalización de un retrato en blanco y negro de setenta y ocho años de antigüedad, con el objetivo de preservarlo y frenar la degradación causada por el tiempo.

 

La imagen fue ampliada seis veces respecto a su tamaño original, logrando una ganancia significativa de detalles.

 

Tras una restauración meticulosa para corregir daños como arrugas y manchas, se procedió a la colorización de la fotografía. Aunque en la década de 1940 ya existía la fotografía en color, esta aún no era accesible para el público general. Para este trabajo, resultó fundamental contar con la colaboración de la pareja retratada: mis abuelos, quienes aún viven. Gracias a su ayuda, pude plasmar con precisión su tono de piel y acertar con el color de la ropa que llevaban puesta ese día.